Después de perder por 3-0 en la ida, el Millonario iba por la epopeya en un Monumental estallado; si bien fue protagonista no hubo milagro y se despidió en semifinales.
River afrontó este martes con entereza la difícil parada de ir por el milagro frente a Atlético Mineiro luego del inesperado 3-0 de la ida en Belo Horizonte. Y, por más que dejó todo superando por momentos a su rival y mereciendo una victoria no tan amplia como la que precisaba, no pasó del empate 0-0 y se despidió en semifinales de la Copa Libertadores 2024 en un Monumental colmado que dejó todo para empujarlo.
El equipo de Marcelo Gallardo fue el que propuso ampliamente durante el desarrollo, pero se topó con su propia pólvora mojada y una gran noche del arquero Éverson.
Emocionante recibimiento de los hinchas de River
El 3-0 de Atlético Mineiro en la ida ante River en Belo Horizonte dejó al Millonario en obligación de desplegar todos sus recursos para aspirar a la epopeya sin precedentes que significaría meterse en la final de la Copa Libertadores 2024. Por la épica y por el sueño de otra gran hazaña, los hinchas hicieron una verdadera fiesta intimidante en el Monumental con todos los condimentos..
En la salida de la entrada en calor, la gente ya supo hacer sentir su localía con cantos y arengas a su equipo. Pero lo mejor fue en el ingreso de los titulares al campo de juego: miles de bengalas y fuegos artificiales vistieron al Monumental. Intimidante y emocionante imagen en la previa de un partido que puede quedar en la historia del club de Núñez.
Marcelo Gallardo presenció uno de los mejores recibimientos por parte de la gente, que no paró de cantar y arengar con el sueño fijo: dar vuelta la serie y que la noche sea inolvidable para el mundo millonario. Un DT con historia y mística, devolvió con gestos de agradecimiento a las 85 mil personas, rendidas a sus pies.
Ayer, ya se habían despachado con un banderazo en la práctica vespertina del Monumental que terminó con los jugadores cantando enfervorizados junto a los fanáticos. La movida de los hinchas continuó luego en un capítulo más polémico pero bastante usual para los cruces de Copa Libertadores: visitando el hotel del Galo para intentar alterar su descanso con cohetes y bombas de estruendo.
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