La expresidenta fue trasladada de urgencia por un fuerte dolor abdominal. Luego de varias horas se confirmó que había sido intervenida por “apendicitis con peritonitis localizada”.
El Sanatorio Otamendi amaneció este domingo con fuerte presencia de militancia y seguridad. Tras la sorpresiva internación de la expresidenta Cristina Kirchner durante la jornada de ayer, el foco está puesto en su evolución postoperatoria y en los detalles del próximo parte médico, a la espera del alta.

La militancia se hizo presente de inmediato: además de permanecer frente al sanatorio durante toda la noche, durante las primeras horas de la mañana ya comenzaron a acercarse más personas y se espera que a lo largo de la jornada sean aún más.
De acuerdo con lo que contó la periodista Paula Avellaneda para C5N desde el lugar, el frente del hospital y alrededores se encuentran empapelados con mensajes de apoyo: “Cristina siempre con vos”,”La lealtad con lealtad se paga”,”Fuerza Cristina, te amamos” e incluso una bandera de grandes dimensiones con la consigna: “Nunca caminarás sola”.
Además de la militancia, el lugar cuenta con una consigna de la Policía Federal y dos camionetas de la fuerza custodiando el ingreso para garantizar la seguridad en la zona.
De acuerdo con lo que contó la periodista Rosario Ayerdi en Argentina en Vivo, la expresidenta comenzó con los dolores y, como se encuentra detenida, debió avisar a los médicos para gestionar una visita. Recién cuando pudieron trasladarla dieron con el diagnóstico de apendicitis.
“Desde el entorno nos pedían cautela para que la militancia y su familia estuviera tranquila. Hay que ver el próximo parte médico. Vamos a ver la evolución y cuándo podrá ser dada de alta”, agregó.
A diferencia de otras internaciones, el régimen de visitas de la expresidenta está sujeto a protocolos estrictos. Debido a las disposiciones judiciales vigentes, Fernández de Kirchner mantiene un sistema de visitas autorizadas.
En cuanto a los familiares y abogados, tienen acceso directo para el acompañamiento y gestiones legales. Las visitas externas requieren autorización judicial previa, con un límite de dos encuentros semanales de máximo dos horas de duración.
El sanatorio cuenta con un estacionamiento interno que ha permitido el ingreso de nombres cercanos, como Mayra Mendoza y Horacio Pietragalla, evitando la exposición pública.
Se espera que durante el transcurso de la mañana el Sanatorio Otamendi brinde un parte médico que incluya una nueva actualización sobre el estado de salud de la expresidenta. De mantenerse la evolución favorable, los médicos comenzarán a evaluar los plazos para su alta médica, aunque por la naturaleza de la peritonitis localizada, los cuidados postquirúrgicos suelen ser rigurosos.
El parte médico oficial: Cristina Fernández fue operada con éxito
En horas de la noche de este sábado, se conoció el parte médico oficial de Cristina, quien fue internada por fuertes dolores abdominales. El documento, firmado por la Directora Médica del Sanatorio Otamendi, la Dra. Marisa Lanfranconi, confirma que la exmandataria tuvo que ser operada por un cuadro de peritonitis.
“La paciente fue sometida durante horas de la tarde a una cirugía laparoscópica, que confirma el diagnóstico de apendicitis con peritonitis localizada”, detalla el enunciado emitido desde el nosocomio.
El mensaje fue corto y precisó, en pocas palabras, el estado postoperatorio de la líder política. “Hasta el momento, sin complicaciones”, aclararon sobre la favorable evolución que se observa en las primeras horas tras la operación de urgencia.
La última noticia en torno a la actualidad de la expresidenta ocurrió en el marco de su situación judicial. El último jueves, la Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazó el planteo presentado por su defensa contra la colocación de una tobillera electrónica en el marco de su prisión domiciliaria, al considerar que el recurso carecía de una fundamentación adecuada.
La expresidenta cumple prisión domiciliaria en el departamento ubicado en el barrio de Constitución, tras ser condenada en la causa conocida como “Vialidad”. El 10 de junio, la Corte Suprema confirmó el fallo dictado en noviembre pasado por la Sala IV de la Cámara de Casación Penal, en el que se investigó el delito de defraudación al Estado a través de contratos de obras públicas. Esta decisión implicó que quedó firme la condena contra la dos veces presidenta a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. La sentencia incluyó el decomiso de unos 84.000 millones de pesos.
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