Perdido entre cientos de tuits donde festejaba la reunión con el empresario Elon Musk (“fue como un amor a primera vista”, definió uno de los testigos del encuentro), el presidente Javier Milei dio a conocer el final de su relación sentimental con la actriz Fátima Flores. Las condiciones de la ruptura fueron negociadas en persona, en un cruce que la pareja tuvo en Miami, adonde él viajó para recibir el premio “Embajador Internacional de la Luz” y adonde ella había llegado por motivos laborales.

Así fue como por la red social X, justamente propiedad del nuevo amor del presidente, se dejó constancia oficial del fin del “contrato” sentimental, con todas las explicaciones del caso, más parecidas a una operación comercial que a la letra de un bolero.

“Como resultado del arrollador éxito profesional que está viviendo Fátima, de quien me siento sumamente orgulloso, ha recibido numerosas propuestas laborales para trabajar tanto en Estados Unidos como en Europa. Esto, sumado a la compleja tarea que hoy enfrento y que los argentinos me han encomendado, nos ha llevado a vivir separados, imposibilitando la relación de pareja que nos gustaría tener, pese a cuánto nos queremos. Por eso es que decidimos terminar nuestra relación y mantener un vínculo de amistad dado lo que sentimos el uno por el otro y cuanto nos queremos, nos respetamos y admiramos mutuamente”.

La corta pero lucrativa relación de Javier y Fátima

La relación se dio a conocer en agosto de 2023, en plena campaña electoral, cuando arreciaban los rumores sobre la vida personal del candidato. Fue, cuándo no, en un programa de Mirtha Legrand, donde habían coincidido a principios de año y donde supuestamente se conocieron.









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