Un dramático episodio que afortunadamente no terminó en tragedia ocurrió en una vivienda de Pasaje Quimsa del barrio Eva Perón de la ciudad de Pinto, departamento Aguirre, interior santiagueño.
Según fuentes policiales, una familia, integrada por un hombre identificado como José Vera (27), su mujer Solead Cejas (24) y sus dos hijos menores, nena de 8 y nene de 6, se acostaron en la noche del lunes con un brasero en la pieza para combatir el intenso frío.
Sin embargo, alrededor de las 3, todos se descompensaron por haber inhalado monóxido de carbono por lo que fueron trasladados al hospital zonal de Pinto.
El personal médico de turno les inyectó reliverán y dipirona para estabilizarlos. Quedaron en observación con oxígeno.
La fiscal de turno, Dra. Alejandra Sobrero fue informada del caso en el que tomó intervención la Comisaría Comunitaria N°17.
Lo que se debe saber del monóxido de carbono de los braseros
El uso de braseros en ambientes cerrados puede ser peligroso debido a la emisión de monóxido de carbono (CO), un gas incoloro e inodoro producido por la combustión incompleta de materiales como carbón y leña. La inhalación de CO puede causar intoxicación, que se manifiesta con síntomas como dolor de cabeza, mareos, náuseas y, en casos graves, puede llevar a la pérdida de conocimiento e incluso la muerte.
¿Por qué es peligroso el monóxido de carbono de un brasero?
Combustión incompleta: Los braseros, al quemar carbón o leña en espacios cerrados, a menudo no tienen suficiente oxígeno para una combustión completa, lo que resulta en la producción de CO.
Gas invisible e inodoro: El monóxido de carbono es difícil de detectar, ya que no tiene olor ni color, lo que dificulta la alerta temprana de su presencia.
Acumulación rápida: En espacios cerrados, el CO puede acumularse rápidamente, especialmente si no hay ventilación adecuada, aumentando el riesgo de intoxicación.
Efectos en la salud: El CO desplaza al oxígeno en la sangre, lo que puede llevar a daños en órganos vitales como el cerebro y el corazón.
Recomendaciones para el uso seguro de braseros:
Nunca usar braseros en interiores:
Los braseros deben usarse únicamente en exteriores o en lugares bien ventilados, nunca en habitaciones cerradas o dormitorios.
Ventilación adecuada: Si se utiliza un brasero en un espacio que no se puede evitar, asegurarse de que haya una ventilación adecuada para permitir la salida del CO y la entrada de aire fresco.
No dormir con braseros encendidos: Nunca se debe dormir con un brasero encendido dentro de la habitación, ya que el riesgo de intoxicación es alto durante el sueño.
Apagar el brasero antes de dormir: Asegurarse de apagar completamente el brasero y retirarlo del espacio antes de acostarse.
Precaución con niños y ancianos: Extremar las precauciones con niños y personas mayores, ya que son más susceptibles a los efectos del CO.
Revisar artefactos de gas: Además de los braseros, otros artefactos que queman combustible (como estufas de gas) pueden producir CO si no están funcionando correctamente, por lo que es importante revisarlos regularmente.
En caso de sospecha de intoxicación por CO: Retirar a la persona del ambiente contaminado: Sacar a la persona inmediatamente del lugar donde se sospecha que hay CO.
Ventilar el ambiente: Abrir ventanas y puertas para permitir la entrada de aire fresco.
Buscar ayuda médica: Contactar al sistema de emergencias y solicitar asistencia médica.
Es fundamental tomar precauciones al usar braseros y otros artefactos que queman combustible para evitar intoxicaciones por monóxido de carbono, un peligroso “asesino silencioso”.
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