Una de las últimas modas es el bigote femenino. Una tendencia que está rompiendo moldes y que está acaparando los focos. Una forma también de romper con algunas normas preestablecidas anteriormente y un desafío a la autenticidad del género femenino. La influencer Joanna Kelly es un ejemplo de esta práctica, cuyo objetivo es mostrarse con sus imperfecciones.

“Como tantas otras personas, crecí creyendo que el vello facial visible era antihigiénico, poco atractivo y masculino. Esto es algo que debemos desaprender colectivamente como sociedad”, señaló la influencer en una de sus publicaciones, en la que destacó que ella defiende “la elección personal libre de juicios”.
El vello corporal ha dejado de ser una molestia para adaptarse a una moda. Comenzó con el pelo en las axilas, cada vez más naturalizado. Hay marcas que publicitaron con modelos con vello en axilas.
Y a la vez contrasta de que muchos hombres se lo depilan y aumentan los adeptos a la depilación definitiva.
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