El Psicólogo Leandro Peiretti fue entrevistado por Canal 7 y dijo que “hay un poco de inmadurez de creer que con tan poco se va a cambiar por completo un estatus de vida”.
La caída de Peta en Santiago del Estero dejó a miles de santiagueños lamentándose por la pérdida de sus ahorros pero también representó para muchas personas un duro golpe de realidad. Las promesas de una vida mejor y de un ascenso social rápido y sin esfuerzo, se terminó de la noche a la mañana y puso en evidencia comportamientos que el psicólogo Leandro Peiretti analizó en detalle para Noticiero 7.
“La gente se ilusiona, proyecta una serie de fantasías en alguna idea y la magnifica muchas veces prescindiendo de la relación que tiene todo esto que imaginamos con la realidad. Esto tiene repercusiones en las acciones y lleva a cometer actos que no son cuidados y que terminan siendo actos sacrificiales para el sujeto. Es verdad que hay un pensamiento mágico -sin que sea esto algo patológico- y también un poco de inmadurez de creer que con tan poco se va a cambiar por completo un estatus de vida o una clase socioeconómica”, explicó el profesional.
Detalló además que la sociedad santiagueña tiene características particulares donde cobra particular importancia “el valor de la transmisión boca en boca”.
“Somos una población donde nos conocemos todos y hablamos mucho los unos con los otros, y eso hace que justamente podamos creer de manera masiva en algo que no está fundamentado ni científica ni empíricamente. La palabra muchas veces crea realidades imaginarias o no, que repercuten en nuestras acciones” dijo y destacó que “la creencia juega un factor muy importante. Todos necesitamos creer en algo, pero esto que siempre dista un poco de la realidad debe ser más cuidado. El factor creencia hace que tomemos acciones que repercuten en la vida, además de la necesidad de lo mágico y lo idealizado que también son producto de la necesidad”, explicó.
Objeto de consumo versus deseo
En otro tramo de la conversación con Noticiero 7, Peiretti también puso el acento en no confundir un objeto de consumo con uno de deseo.
Consideró que aplicaciones como Peta “son también objetos de consumo que después te prometen una realidad mejor. Se termina confundiendo el objeto de consumo con el de deseo y terminamos pensando que por tener mucho, se va a llenar nuestra perspectiva y nuestra subjetividad. El deseo dista mucho de sentarse y que las cosas se hagan solas. Se para sobre todo en la responsabilidad subjetiva, en el esfuerzo y en darle el tiempo que necesita de maduración para que pueda ser saboreado.
“Nunca hay que confundir el objeto de consumo -que son las ofertas del mercado propias del capitalismo- con el deseo (…) estamos impulsados constantemente a consumir y a pensar que esto nos va a acercar alguna cuota de felicidad, y no siempre es así. Los objetos y el dinero son efímeros, el deseo se basa en responsabilidad y en tener contacto con la realidad y considerar el lazo social, no solo lo propio”, detalló el psicólogo.
Finalmente subrayó que “es lindo fantasear y es bueno cuidar la imaginación” pero llamó a “tener un cable a tierra, asesorarse correctamente y buscar información necesaria. Ser precavido y no estar impulsado por la vorágine de querer todo de inmediato”.
“Hay que poner freno a la impulsividad pensando más en las consecuencias para que no sea dañino”, expresó.
Fuente: Diario Panorama
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