Un perturbador descubrimiento causó conmoción entre los trabajadores de un vertedero ubicado en la localidad de Buey Muerto, durante la noche del viernes, mientras llevaban a cabo labores y encontraron un ataúd con un cadáver en su interior.
El dramático suceso se hizo público después de las 23:30 cuando el personal de la Comisaría 16 recibió información de que dos empleados encargados de recolectar residuos en el vertedero habían encontrado restos humanos “calcificados”.
Al llegar al lugar, los agentes se reunieron con los empleados, ambos de apellido Gómez (de 54 y 29 años), residentes en el Bº Fátima de Clodomira, quienes afirmaron que descubrieron el incidente cerca de las 18 horas.
Explicaron que mientras recolectaban residuos, se toparon con un “armazón de chapa de un ataúd” que contenía en su interior un esqueleto humano. Dada su condición, creían que los empleados del cementerio, ubicado a pocos metros, lo habían arrojado allí. Sin embargo, al terminar su jornada laboral, se percataron de que el cuerpo que habían descubierto había sido recientemente incinerado.
Durante las investigaciones en la zona, los efectivos se entrevistaron con una mujer de 34 años, residente a pocos metros del lugar, quien admitió que quemó el cadáver para evitar que sus animales, que se alimentan en el vertedero, lo consumieran.
Inmediatamente, los uniformados contactaron al Dr. Hugo Herrera, fiscal de turno, quien ordenó a Criminalística recoger los restos óseos para ser analizados por expertos en antropología forense. Los peritos de la división llevaron a cabo trabajos de fotografía y planimetría en el lugar del descubrimiento.
Además, el fiscal solicitó que se entrevistara con el encargado de la necrópolis para determinar si tenían conocimiento del incidente o si existe la ausencia de algún cuerpo.
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