Leonardo Sosa, integrante de la agrupación de ultraderecha Revolución Federal junto a Jonathan Morel, se encuentra presente en el Congreso durante el debate de la ley ómnibus. El joven apareció con una pulsera roja, que acredita que tenía permiso para ingresar a los palcos del recinto. Dijo que “fue convocado por un grupo de libertarios para ir a hacer el aguante”.
La diputada Cecilia Moreau denunció la presencia del militante de ultraderecha, procesado por haber amenazado a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y otros dirigentes.
“Quiero hacer un aviso y una denuncia pública, de que se encuentra en la casa Leo Sosa, uno de los fundadores de Revolución Federal que fue parte del intento de asesinato a Cristina Kirchner. Está en esta casa retuiteando y amenzando diputados. Entró con una pulsera color roja, que se está distribuyendo desde algún lugar de esta cámara”, sostuvo Moreau antre el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
“Además de denunciarlo, le quiero pedir, porque es nuestra responsabilidad cuando nos toca presidir esta camara, que cuide la integridad de los diputados y las diputadas. Esta cámara tiene el personal para hacerlo, pero además inmediatamente retire esta persona que está procesada en distintas causas judiciales y abra un sumario para ver quién fue el que lo invito y le dio la pulsera a este señor Sosa que tanto se ha hecho notar desde este Parlamento en las redes sociales”, agregó.
“Voy a instrumentar todas las medidas que sean necesarias para que estas situaciones no ocurran”, le respondió Menem, quien sostuvo que la Seguridad del Congreso lo estaba buscando y expresó que se abriría el sumario correspondiente “si se cometió alguna irregularidad”.
Los posteos de Sosa desde el Congreso
Desde su cuenta de X, @leo_bertario, el militante de ultraderecha compartió varios posteos desde el recinto donde se está debatiendo la ley ómnibus, apuntando contra legisladores de Unión por la Patrias (UxP), como Leonardo Santoro y Máximo Kirchner, y agrediendo a la propia Moreau por denunciar su presencia y se victimizó con la causa en su contra. “Esas causas llevan 6 meses congeladas y no avanzan”, dijo.
Luego, una vez fuera del lugar, sostuvo en una entrevista televisiva que fue convocado “por un grupo de libertarios para ir a hacer el aguante”, pero no confirmó quién fue la persona que le autorizó el ingreso. “Estoy procesado pero no privado de mi libertad”, justificó.
Sosa estuvo detenido el año pasado por orden del juez Marcelo Martínez de Giorgi, quien sostuvo que el accionar criminal de Revolución Federal debía investigarse conjuntamente con el intento de homicidio de la ex vicepresidenta. Sin embargo, la Cámara Federal no concedió la investigación unificada y liberó a los integrantes de Revolución Federal.
Está procesado por incitación a la violencia, por los desmanes que protagonizó afuera del departamento de la CFK el 22 de agosto pasado, después de que los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieran una condena de doce años de prisión contra la expresidenta y su inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Ese día, Sosa quiso destruir las vallas que protegían el ingreso del departamento de CFK y se trenzó a golpes con un efectivo de la Policía de la Ciudad. Morel, que también estaba en la zona, no fue identificado cometiendo actos violentos en ese momento.
Además, el 28 de agosto pasado, cuatro días antes de que Fernando Sabag Montiel intentara matarla, estuvo en el edificio donde vive la exvicepresidenta. Se sacó una foto desde el balcón con otro miembro de Revolución Federal, Gastón Guerra. Los dos se encontraban en el departamento de la vecina de CFK, Ximena de Tezanos Pinto.
Cuando allanaron la casa en la que Sosa vive con su familia, encontraron una suma que llamó la atención de los investigadores: había 50.000 dólares. Sosa se justificó diciendo que eran los ahorros de toda su vida de su padre, que tiene un taller de chapa y pintura.