Según las denuncias, hay cientos de líderes, pero se cuenta el caso de un abogado que obraba de líder en una franja alta capitalina. En La Banda lo hacía una profesora y también aparece un funcionario policial, cuya identidad ya fue plasmada en los escritos de media docena de abogados que formalizaron las denuncias.

 

Un abogado, una profesora bandeña y al menos un policía se convirtieron ayer en centros de la furia de numerosos santiagueños, seis de los cuales estamparon sus firmas en denuncias por presunta estafa en contra de la plataforma Peta.

Víctimas de la imposibilidad de recuperar el dinero invertido, trasladaron su pesar ante el equipo fiscal que comanda la Dra. Celia Mussi. La funcionaria judicial ahora analizará, con detenimiento, cada presentación con un denominador común: todos los damnificados alegan haber invertido, con la promesa de obtener altas ganancias, invitados por familiares y amigos.

Los que ingresaban a la plataforma tuvieron siempre guías a los que les llaman “líderes”.  Ávidos de aprovechar los enormes dividendos prometido muchos se jugaron todos sus ahorros y pidieron préstamos, pero en las últimas dos semanas se cortó el retiro y ya hay un tendal de billeteras flacas. Ya es historia el cúmulo de eventos, reuniones motivacionales; promesas de premios diez veces más alto del capital, cuya base oscilaba entre los $ 120.000 y $ 130.000.

El hoy, confió uno de los inversores, Peta es una página que luce inactiva. Para algunos, está caída. En cambio, para los más esperanzados, sus responsables apelaron a un corralito “temporario”, a fin de evitar que el aluvión de escépticos retire sus inversiones, es decir seque el flujo de dinero fácil.

Según las denuncias, hay cientos de líderes, pero se cuenta el caso de un abogado que obraba de líder en una franja alta capitalina. En La Banda lo hacía una profesora y también aparece un funcionario policial, cuya identidad ya fue plasmada en los escritos de media docena de abogados que formalizaron las denuncias. El policía fue apuntado por los denunciantes con un alto protagonismo y exhortando a no denunciar, confió un letrado. Por el otro lado, el profesional líder, contragolpearía el lunes con una denuncia propia, alegando ser víctima y enfatizando haber perdido unos U$S 14.000.

A contrapelo del amplio espectro de líderes en retirada, apareció un video de un vecino del Bº Villa del Carmen, intentando inyectar una cuota de fe a la devaluada moral de la tropa de “Peta”. En ese vídeo -que tiene ya algunos días- garantizaba una larga vida a la plataforma: “Sigamos trabajando porque hay muchos años aún por delante”, prometió. Lo cierto es que desde ya una semana nadie puede recuperar lo invertido.

Más allá de una u otra realidad, trascendió que las turbulencias de “Peta” repercutieron en muchos empleados de la administración pública; también en santiagueños con diferencias de dinero aptas para el juego, pero no tan amantes de confesar sus orígenes.

Mientras el tsunami “Peta” toma más velocidad, este fin de semana muchos resolverán si acuden, o no, también a la Justicia de Feria y así agrandar la enorme bola invernal, con final imprevisible.

 

Fuente: El Liberal









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