Mientras el mundo marcha para que se acabe la violencia contra las mujeres, Agustín Castillo no sale de su asombro y recuerda con amor a Carolina Ledesma, su novia que fue asesinada el pasado 19 de febrero en su casa del Bº Norte, de la ciudad de Fernández.

En diálogo exclusivo con periodistas de Diario El Liberal, Agustín (23), que actualmente se encuentra en Buenos Aires, contó que conoció a Carolina a través de Facebook. “Primero nuestra relación comenzó a la distancia, hasta que yo regreso a Santiago y ahí nos vimos por primera vez. Nos fuimos de vacaciones juntos. Ella el martes tenía que venir a verme y pasó lo que pasó”, expresó.


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Carolina y Agustín estuvieron varios meses de novios. Era común que cuando él se encontraba en Fernández salieran de paseo o se relacionaran con amigos. “Teníamos una relación normal. Por ahí ella quería ir a Beltrán o Forres para no estar en Fernández porque me decía que su ex era “medio loco”, pero nunca me dijo que él la amenazaba”.

Sobre esto último ahondó: “En todo el tiempo que estuvimos juntos ella jamás me contó que él la hostigaba o la amenazaba. Imagino que no quería que hubiera conflictos entre nosotros. Tampoco jamás él fue tema de conversación. Nuestro pasado era pasado”.

Al ser consultado sobre la última charla que tuvo con Carolina, recordó: “Ese domingo, hablamos todo el día como era costumbre. Ella jugó un partido de vóley, después se fue a bañar en la casa de su madre y quedó ahí hasta la 0, viendo Gran Hermano”.

“Cuando se fue a su casa (donde ocurrió el femicidio) me pidió que la llame y hablamos por teléfono hasta la madrugada. Siempre lo hacíamos. Hablábamos hasta que nos daba sueño. Cerca de la 1.30 ella me dijo que escuchaba ladrar a los perros. Le dije que no tuviera miedo, que no andaba nadie. Además, ella siempre se encerraba con llave, vivía encerrada”, relató.

“En ese momento no le di importancia. Hoy con el diario del lunes puedo pensar que era él que andaba en la casa porque ella tenía todo cerrado. Siempre tuvo miedo. Vivía con miedo, siempre estábamos dentro de la casa porque me decía que la gente era chusma, pero creo que su temor fue que él (por Loto) nos vea” remarcó.

Según expresó Agustín, la conversación terminó a las 2.30, aproximadamente. “Estábamos hablando de lo que tenía que hacer el lunes y de un momento a otro me dice que ya tenía sueño que iba a dormir. No me llamó la atención. Pensé que podía estar cansada porque había jugado al vóley”.

Luego, contó cómo se enteró del trágico final: “El lunes le escribía a las 6.30 como todos los días cuando me levantaba. A las 9.30 la llamé porque ella tenía que ir a pagar unos cursos que quería hacer en la universidad. Nunca me respondió. A las 22 su hermano me llamó y me contó que la hallaron muerta”.

A pesar de que tenía planes de construir una casa e incluso tener hijos, Agustín se lamentó: “A veces me siento culpable porque si ella no se hubiese puesto de novia conmigo capaz hoy estaba viva”.

Al finalizar, la recordó con mucho amor: “Ella era muy buena, siempre tenía una palabra de aliento. Siempre me aconsejaba cuando de tomar decisiones laborales se trataba. Es muy injusto que haya terminado así. Espero que a Loto lo encuentren y pague por lo que hizo”.

 

Fuente: Diario El Liberal









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