Deportes | 16-06-2014

Cómo rindieron los jugadores de la Selección Argentina



El equipo comenzó con un 5-3-2 que dejó muchas dudas, pero con el ingreso de Gago e Higuaín, volvió al 4-3-3



En su debut en el Mundial Brasil 2014, se vieron dos caras de la Selección Argentina. El equipo de Sabella probó con una primera línea de cinco jugadores y mostró algunas falencias. Con el cambio de sistema táctico en el segundo tiempo, hubo correcciones.

La victoria ante la selección de Bosnia dejó claro que el camino para encontrar resultados favorables va de la mano con el habitual 4-3-3. Se vio que los rendimientos individuales estuvieron muy sujetos a los cambios posicionales. Acá, el uno por uno:

Sergio Romero: Respondió bien en los tiros directos y jugó adelantado para cortar los centros frontales y laterales. Clave su tapada ante Hajrović. Siempre seguro, protegió al equipo en los pasajes dubitativos y cuando se vio amenazado por los avances del rival.

Pablo Zabaleta: Poca participación por su sector, sin mucha proyección. La salida de Campagnaro le dio más libertad en su zona y lo liberó para mostrarse como alternativa de salida. Cumplió.

Hugo Campagnaro: Colaboró con pocos despejes, pero sobró en la línea defensiva habitual. Se mostró incómodo y se transformó en una molestia para el primer pase. Fue una de las dos modificaciones para la segunda etapa y su salida descongestionó la primera línea.

Ezequiel Garay: Ordenó desde el centro, estuvo bien en el juego aéreo. El más retrasado de la primera línea cuando la Argentina defendía con cinco. En el complemento, salió a cortar más lejos. Estuvo firme.

Federico Fernández: Cubrió el espacio que generaba la subida del lateral izquierdo y salió a cortar unos metros más arriba que el resto en la primera etapa. Estuvo unos metros más atrás en el segundo tiempo. Tuvo responsabilidad en el gol de Ibisevic.

Marcos Rojo: Ganó de cabeza en el gol, pero su sector fue el más atacado en la primera etapa y se vio abrumado con tantos desbordes. Arriesgó en algunas salidas y se proyectó con poco criterio. Debió cuidar más su zona.

Maximiliano Rodríguez: Fue el más inactivo de los tres volantes. Impreciso para acoplarse a la ofensiva con Messi y Agüero. Le dejó su lugar a Gago para el segundo tiempo.

Javier Mascherano: Corrió mucho y tapó los huecos en busca de orden en los adelantamientos de los otros dos volantes. Muy participativo en la circulación en la primera etapa. El ingreso de Gago le quitó responsabilidades en la tenencia y sólo debió estar atento a los marcajes.

Ángel Di María: El encargado de la conexión con los puntas. En la etapa inicial jugó más de interior que de extremo. Se soltó más cuando el equipo se paró 4-3-3, ensambló mejor en el ataque, e hizo más ancho al equipo al recostarse sobre la izquierda.

Lionel Messi: Arrancó recostado sobre la derecha y muy retrasado en la gestación. Tuvo algunos destellos de lucidez y obligó con algunas gambetas. El esquema no lo favoreció en la primera parte. Con el cambio de sistema partió unos metros más adelante y ganó espacios. Marcó un golazo y se vio una versión más parecida a la habitual.

Sergio Agüero: Empezó activo, pero lejos para tomar la pelota. Otro que se vio afectado por el 5-3-2 del primer tiempo. Quedo aislado del equipo y no estuvo bien en el mano a mano. Cuando entró Higuaín se recostó sobre la izquierda y conectó mejor con los volantes.

Gonzalo Higuaín: Con su aparición en la segunda etapa, favoreció a la movilidad del ataque. Hizo de pivot en el gol de Messi y siempre fue una preocupación para la línea defensiva bosnia. Sirvió como punto de referencia en los últimos metros.

Fernando Gago: Ingresó en el complemento para aumentar la posesión de pelota y hacer más clara la circulación. Sirvió para que el equipo reciba la pelota con prolijidad y para que Messi tenga un volante cerca para descargar. Marcó el ritmo de juego, clave en el cambio de imagen.

Lucas Biglia: Reemplazó a Agüero a pocos minutos del final para acomodarse bien cerca de Mascherano y armar un 4-4-2 de pura contención.




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