Salud | 16-04-2011

ESTILO DE VIDA Y MOVIMIENTO



El sobrepeso, si no es tratado adecuadamente, es el camino inevitable hacia la obesidad y todas enfermedades que ella acarrea.



Lo que hay que proponerse es cambiar el estilo de vida. Esto abarca, mas allá de la alimentación, la actitud frente a la comida, la forma de cocinar y, por sobre todas las cosas, la practica de alguna actividad física que demande un gasto calórico.

El exceso de peso

En la actualidad, siguen siendo causa de preocupación mundial las enfermedades relacionada con la mala alimentación: obesidad, síndrome metabólico, hipertensión arterial, etc.

Se entiende técnicamente que una persona se encuentra con sobrepeso cuando su índice de Masa Corporal está entre 26 y 29, y pasando los 30 ya se lo considera obesidad. Recordemos que este índice surge del siguiente cálculo: el peso dividido por el cuadrado de la altura en metros.

Decisión y calorías

La decisión de iniciar un tratamiento para perder peso debe ser tomada voluntariamente, ya que es una decisión de cambio en el estilo de vida, mas que un cambio de
alimentación.

Lamamos calorías a la cantidad de energía contenida en un alimento y actúa como combustible para el organismo. La cantidad de calorías totales a incorporar deben ser las necesarias para estar sanos y no tener sobrepeso. Cuando solo se intenta bajar las calorías de la alimentación, se fracasa. Entonces se escuchan a diario frases como “se lo que debo hacer, pero no puedo”, “dejo de comer, pero no logro resultados, entonces abandono”, “una semana lo hago bien pero después no puedo seguir”.

Como regla general, cuando se limita la ingesta calórica, se pierde peso. Esto es mientras se puede mantener esa limitación. Pero ante la menor trasgresión o vuelta a hábitos anteriores incorrectos, el peso deja de descender provocando sensación de frustración.
La cantidad de calorías se calculan de acuerdo a varios factores (edad, sexo y actividad física) y ello es lo que limitará la cantidad de alimentos a ingerir.

El movimiento

La incorporación del movimiento como parte del plan de descenso de peso es muy importante. Esto permitir acelerar el tratamiento, sentirse mejor, segregar endorfinas (llamadas enzimas de bienestar) y tonificar la estructura muscular (tan frecuentemente abandonada).

Al inicio del tratamiento se deben elegir practicas simples, que puedan ser incorporadas a una rutina habitual de tal manera que se sostengan en el tiempo: caminar antes o después del trabajo, no esperar ascensores sino subir y bajar escaleras, mirar el televisor caminando e una cinta o pedaleando en una bicicleta fija, etc. Es decir, buscar pequeñas modificaciones en las actitudes diarias.

La actividad física no solo permite aumentar el metabolismo, en el preciso momento de realizarlo sino que este efecto es permanente si se logra continuidad, lo que implica mayor gasto calórico. De esta manera el tratamiento de pérdida de peso será más fácil y constante.

Dra. López, Sofía M.
MP 1914 – Cod. 1922




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