Uno de los policías que quiso hacer cumplir la cuarentena y detener un partido de fútbol en Salta, se llevó la peor parte de la lluvia de piedras que les arrojaron los jugadores y los espectadores que se negaban a que el encuentra fuera interrumpido.
La pedrada contra los efectivos fue de tal magnitud que tres terminaron con heridas y uno tuvo que ser intervenido de urgencia al sufrir hundimiento de cráneo.
Todo ocurrió el domingo por la tarde en una cancha del Barrio Unión, donde más de 200 personas presenciaban un partido de fútbol, pese a la prohibición de hacerlo por la pandemia de coronavirus.
El partido ya había sido interrumpido por los policías, pero un nuevo llamado al 911 hizo que los efectivo volvieran otra vez a la cancha y los protagonistas se ofuscaron y agredieron violentamente a quienes les pedían que no siguieran con el juego.
Ante el desmadre de la situación, los policías tuvieron que pedir refuerzos, pero de todas maneras fueron apedreados al punto de que uno sufrió hundimiento de cráneo, otro fractura en uno de sus brazos y otro golpes menores.